martes, 7 de mayo de 2013

EL PAÍS DE LAS 100 PALABRAS

 TEATRO Y PALABRAS PARA EL RECUERDO

Son casi 14 años ya los que llevo biblioteatreando aquí en esta vega del Río San Martín donde se sitúa este lugar, Villar de Olalla. 14 años de palabras, sí, de palabras, como rezaba el eslogan de nuestro ya pasado 10º Aniversario.
Palabras de papel, palabras de voz, palabras electrónicas, pues nos adaptamos a los tiempos, pero al fin y al cabo PALABRAS, así, con mayúsculas... torrentes de palabras.
Y de tanto andar por la vida palabreando, ya era hora de que celebráramos un homenaje a éstas con las que escribo, al lenguaje, tan necesario en el quehacer cotidiano, pues gracias a él nuestra mente es capaz de pensar, y sólo por eso, puede imaginar, y todo aquel que imagina, crea. Y el mundo no se creó una vez y ya está, no, ¡qué va!, hay que crearlo cada día, cada minuto, cada segundo; cada instante debe de producirse un milagro y este milagro es posible gracias al lenguaje, a la comunicación, en definitiva a las PALABRAS.
Este homenaje además, tenía que ser a través del Teatro, no podía ser de otra manera. El Teatro, que también es palabra, de viva voz, y también es gesto, movimiento, acción; imagen que provoca en nuestra mente, cómo no, palabras. Porque dicen que una imagen vale más que mil palabras, y es verdad, pero no olvidemos que lo que una imagen nos provoca, nuestra mente lo asimila o lo interpreta a través de las palabras.
Pensando, con palabras, e imaginando, también con palabras, es como creé, con palabras, este PAÍS DE LAS 100 PALABRAS, para festejarlas y homenajearlas.
¡Un país con solo 100 palabras! Vaya, con solo esas pocas palabras no era de extrañar que pronto surgieran malentendidos y problemas. Pero sus habitantes no se resignaron, advirtieron el problema y se dispusieron a buscar una solución. Uno de ellos, tras mucho buscar, descubrió los libros, la lectura, la poesía. Y con ellos, enseñó a los suyos y así sus problemas, desaparecieron.
Esta obrita la hemos hecho desde la Biblioteca con los niños de 5º y 6º de Primaria, como todos los años. Desde el mes de enero hemos estado ensayando y creando.
Una lucecita me iluminó un día y me dijo: si no tienen casi palabras, ¿por qué no los vistes de mimos? ¡Claro! Esa era la solución. Personajes neutros, casi mudos, sin palabras. Pero alguien debería narrar la historia para que todo quedara bien claro... y de esta forma vino el personaje del Abuelo, del Abuelo Contador. Y si el abuelo cuenta... ¿A quién se lo cuenta?... Pues a su nieta, ¿a quién va a ser?. Perfecto, ya teníamos otro personaje más. Abuelo Contador, Nieta preguntando y Mimos danzando, así representamos esta historia de "El País de las 100 Palabras".
Movimiento, gesto y palabra. Teatro en estado puro. Compromiso fiel de los niñ@s, esfuerzo, concentración, trabajo y... ¡ARTE! El duende del arte nos visitó el día 1 de mayo en esta vega de San Martín, recorrió nuestros sentidos, se nos coló muy dentro y con sus manos suaves nos tocó la fibra de la sonrisa, del miedo, de la carcajada y el llanto. Algo especial sucedió ese día. Y todo gracias a la palabra y al Teatro que la puso en escena.
Vaya desde aquí mi más sonoro aplauso a este grupo de niñas y niños con los que he disfrutado y vivido preciosas sensaciones y, que además, han sido capaces de transmitirlas a tod@s los que que tuvísteis la suerte de estar allí ese mágico día 1 de mayo de 2013.
Seguro que estas imágenes con las que ilustro este texto os están provocando también... PALABRAS.










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